Veo el desastre desastroso
y descompuesto. Demente,
huyo buscando mis quimeras.
Veo un destrozo, situado
en la orilla. Desidioso
espero, tirado, sin mente
ni quien me mienta, uno era,
uno sin vuelta de hoja. ¿Dó
van estas rotas alas?
Caerán dó quieras.
Veo el descarte, nadie
sabe nada, aún caras
largas veo, son tantas.
Pienso: carpe diem.
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